PERDIDA DEL DESEO SEXUAL
TODO MUJER - TODO SEXO
Esta disfunción afecta a más mujeres que hombres, sin embargo a ellos les angustia más
Muchos hombres y mujeres sienten en algún momento de su vida desinterés o apatía por las relaciones sexuales y eróticas. Es lo que se conoce como pérdida de deseo sexual, un problema que afecta a un 43% de las mujeres y a un 31% de los hombres, sobre todo a partir de los 50 años. En algunos casos esa disminución o pérdida de la libido se debe a causas físicas relacionadas con la menopausia y la andropausia, pero muchas veces influyen factores psicológicos, sociales y los problemas de convivencia con la pareja. Existen diversos tratamientos en función de las causas que provocan el trastorno, y según los especialistas, casi siempre son efectivos.
Síntomas y causas de la pérdida de deseo sexual
El deseo es imprescindible a la hora de mantener relaciones sexuales porque permite crear el ambiente de intimidad necesario para hacer el amor con la pareja. Si no existe deseo sexual o libido es difícil pasar a otras fases de la respuesta sexual como la excitación y el orgasmo. Sin embargo, la realidad es que muchas parejas tienen problemas en su vida sexual debido a la pérdida de deseo. Una disfunción que si se trata tiene solución en la mayor parte de los casos, pero que si de deja pasar o se oculta puede crear una serie de costumbres en la convivencia diaria que lleven a la desaparición total de las relaciones sexuales.
El deseo es imprescindible a la hora de mantener relaciones sexuales porque permite crear el ambiente de intimidad necesario para hacer el amor con la pareja. Si no existe deseo sexual o libido es difícil pasar a otras fases de la respuesta sexual como la excitación y el orgasmo. Sin embargo, la realidad es que muchas parejas tienen problemas en su vida sexual debido a la pérdida de deseo. Una disfunción que si se trata tiene solución en la mayor parte de los casos, pero que si de deja pasar o se oculta puede crear una serie de costumbres en la convivencia diaria que lleven a la desaparición total de las relaciones sexuales.
Los síntomas de este problema son bastante evidentes y fáciles de detectar. El trastorno se inicia con una desmotivación a la hora de tener relaciones eróticas con la pareja o con otra persona. El sexólogo de Intersex, José Luis Beiztegi, lo define como "falta de apetito o anorexia sexual". Se trata de un desinterés general por acariciar o ser acariciado, falta de ganas de seducir a la pareja para hacer el amor y ningún interés cuando se lo proponen, así como tener pocas o ninguna fantasía sexual. En el caso de las mujeres también conlleva falta de excitación, sequedad vaginal y dolor en la penetración, mientras que en los hombres la falta de erección suele ser el signo más evidente.
La psicóloga clínica y sexóloga Rosario Castaño explica que en el deseo influyen factores físicos, psíquicos y sociales. "Con la edad se producen cambios normales en la respuesta sexual tanto en hombres como en mujeres. Esto se suele notar en una disminución del grado de excitación, lubricación, de flujo sanguíneo y en la intensidad del orgasmo, pero también influye en el deseo, que puede ir disminuyendo. Por eso es necesario buscar las causas, porque en muchos casos se va instalando una especie de pereza en la pareja que termina por jubilar la vida sexual incluso mucho antes que la vida laboral", apunta la coordinadora de la Unidad de Disfunción Sexual del Instituto Palacios.
Ante una situación de este tipo lo principal es determinar las causas de la pérdida de deseo, que pueden ser de dos tipos. Por un lado están los problemas físicos u orgánicos que provocan una disminución del deseo, bien debido a enfermedades o bien como consecuencia del consumo de ciertos fármacos. Por otro lado estarían, según señala el sexólogo José Luis Beiztegi, las causas psicológicas, entre las que él destaca la conflictividad en la pareja. "Cuando hay discusiones, tensiones, poca comunicación y roces desagradables en la vida de pareja, se suele producir como consecuencia una falta de deseo, sobre todo en las mujeres".
Al contrario de lo que muchas veces se piensa, este especialista no cree que el aburrimiento sea la causa de la falta de libido, pero sí opina que el estrés, la ansiedad o la tensión contribuyen a empeorar el problema. "En muchas parejas se establece un repertorio sexual basado no tanto en el deseo sino en lo que se supone que hay que hacer, en el deber social, como por ejemplo el coito. Hay muchas personas que desean otro tipo de experiencias pero no se atreven a decírselo a la pareja por miedo o falta de confianza, y eso se transforma en una pérdida de deseo", afirma.
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